lunes, 19 de noviembre de 2012

Entrevista a Daniel Holguín


Daniel Holguín
Actor
Cáceres (1979)




-Infancia en Cáceres. ¿A que se dedicaban tus padres? ¿Tu relación con el arte dramático?

-Mi padre tenía una empresa de construcción, ya está jubilado. Mi madre tiene una pastelería en el Nuevo Cáceres. Yo peleaba mucho con mi padre: me obligaba a acostarme temprano para levantarme pronto e ir al colegio, pero yo me quedaba leyendo hasta las 6 o las 7 de la mañana siempre. Mi padre me echaba la bronca por leer. Nunca entendió esa relación que yo tenía con los libros, con el teatro… La infancia que yo recuerdo ha estado muy ligada al baloncesto. Yo jugaba en las categorías inferiores del Cáceres hasta que entré en el instituto donde descubrí el teatro, aunque ya venía desde antes leyéndolo.

-¿Cómo era Cáceres culturalmente en su juventud?

-Los bares que había por aquí, por la calle Pizarro… me acuerdo de uno que se llamaba las Meigas, que estaba justo a la entrada de la calle, que tenía recitales de poesía, con violines, espectáculos un poco alternativos. El Gran Teatro funcionaba muchísimo más de lo que funciona ahora. También estaban el Teatro Estable y la compañía La Botika fuerte, es decir, había un poquito más de movimiento, aunque Cáceres siempre ha estado a la cola culturalmente de Badajoz. La cultura teatral que tiene Badajoz no la tenemos nosotros ni por asomo.

-¿Cuántos cines había entonces?

-Estaban el Coliseum, el del Eroski y el de Virgen de la Montaña. No sé cuántos quedarán ahora.

-El de Virgen de la Montaña.

-¿El del Eroski ha cerrado?

-Sí, han puesto un Zara.

-Ah, muy bien, muy bien…

-¿Cómo comenzaste a interesarte por el mundo de la interpretación? ¿Participabas en algún grupo de teatro de Cáceres?

-Yo nunca tuve esta cosa de “Mamá, yo quiero ser actor”, aunque mis padres siempre me decían que era muy teatrero. Fue una cosa que he ido descubriendo, me fue gustando, me llamó la atención. Nada de lo que había aquí en Cáceres me interesaba. Empecé aquí en el instituto Hernández Pacheco, donde estudié, en una ATP de teatro. A raíz de ahí creamos una compañía de teatro sin ánimo de lucro. Íbamos por los pueblecitos de Extremadura trabajando.

-¿Qué dijeron tus padres cuando dijiste que querías ser actor?

-Yo estudié cocina aquí, en la Laboral. Hice las prácticas con Atrio, me fui a Tenerife, a trabajar en un hotel de lujo, volví a Cáceres, a Atrio y después decidí irme a Madrid a estudiar Arte Dramático. Imagínate para mis padres lo que supuso que su hijo, con 21 años, trabajando en un restaurante fantástico como Atrio, decidiera irse a la aventura, a estudiar Arte Dramático. Eso sí,  estuvo bien que mis padres me incitaran a estudiar cocina porque ha sido un arma importantísima para mí en Madrid, para ganarme la vida y pagarme los estudios.

-¿Y ahora qué piensan?

-Ahora están contentos. La pastelería que tiene mi madre en Nuevo Cáceres es como un club de fans. Justo detrás de todos los pasteles tiene las fotos de las series, los carteles de las películas… Mis padres están encantados.

-¿En qué año te vas a la RESAD de Madrid? ¿Por qué decides irte?

-Me fui a la RESAD porque quería una formación potente. La escuela de Olivenza, cuando yo estuve, fue el año que se inauguró. Por lo tanto las carencias que había eran ilimitadas.

 -¿Qué fallaba en la escuela de Olivenza?

-Estamos hablando de 1998-99, hace ya 13 o 14 años. Había una demanda de ciertas compañías de teatro profesional y de gente de aquí que se iba a estudiar fuera. Entonces una especie de colectivo de profesionales, decidió hablar con la Junta de Extremadura, porque todas las Comunidades Autonómicas de España tenían escuela y la nuestra no. Extremadura ha sido la última comunidad autónoma en crear una Escuela de Arte Dramático oficial, que tenga una convalidación universitaria. La Escuela de  teatro de Olivenza era una precariedad. Cuando uno trata de hacer una Escuela de Arte Dramático, un centro de estudios universitarios, debe de informarse, hablar con profesionales y asesorarse. Claro, si la idea que tú tienes del teatro es que son los faranduleros, los hippies, los rojillos… Dijeron: mira vamos a callarle la boca a esta gente poniéndoles una escuela allí en aquel ex cuartel de la guardia civil, en Olivenza, que a quién se le ocurriría poner una Escuela de Arte Dramático en Olivenza, que alguien me lo explique, por favor. Es como si pones la Escuela de Arte Dramático, con todos mis respetos, en Sierra de Fuentes. No tiene ningún sentido. O en Cáceres, Badajoz o Mérida, pero en Olivenza… Imagínate unas antiguas caballerizas, aulas que no estaban acondicionadas, pianos desafinados, materiales paupérrimos… Los que estábamos allí, intentábamos estar decentemente y los profesores apostar por eso. Al final se han dado cuenta de que hay muchísima gente que quería y quiere estudiar Arte Dramático y que se estaban yendo fuera. La escuela es una manera de fomentar y de crear un ámbito teatral cultural en la región.

-¿No había posibilidades en Extremadura?

-Había y hay posibilidades. Cuando me fui a Madrid, había circuitos profesionales muy pequeños y la formación era muy precaria. Para alguien que se quiere dedicar a esto, el techo que le ofrece Extremadura es demasiado bajo, sobre todo porque a nivel de industria y a nivel de profesión, todo lo que se mueve está en Madrid, ni siquiera en Barcelona, que ahora tenemos esta problemática del idioma. Si no sabes catalán, no puedes hacer absolutamente nada allí. Pero esto es una cuestión no solo de Extremadura, es una cuestión estatal. Fernán Gómez decía que la cultura es la vergüenza o el orgullo de un país, y aquí por lo visto parece que deciden que sea la vergüenza. Capacidad teatral hay, el teatro tampoco cuesta mucho fomentarlo.

-¿Cómo vives el cambio de ambiente al llegar a Madrid?

-Brutal. Cuando llegué a Madrid, me lo bebía. Yo había ido antes algunas veces con mis padres. Teníamos unas primas de mi madre que vivían allí y siempre era fascinante ir por la oferta cultural que te ofrecía Madrid. Cuando estás allí como estudiante de Arte Dramático y tienes un carnet de estudiante con el que te permiten entrar en todos los teatros, las bibliotecas, los museos y los espectáculos gratis, imagínate. Estar allí, en medio de todo ese mogollón,  era una maravilla.

-¿Cómo comienzas a moverte por el mundo del arte dramático? Tus primeros casting, actuaciones…

-Cuando llegué a Madrid me encontré con algunos compañeros que habían empezado a estudiar Arte Dramático y que habían hecho castings, les había salido algún capítulo en alguna serie y habían dejado los estudios. Luego decidieron continuar sin estudiar. Al final,  la profesión les da un poco de lado. Esta profesión siempre te exige conocimiento, como cualquier otra. Yo decidí estudiar. Me licencié en junio de 2005 y en agosto de ese mismo año, hice audiciones para el Centro Dramático Nacional, para la Compañía Nacional de Teatro, con una representante. Me cogieron y estuve tres años ahí, empecé a hacer casting, a conocer directores… a raíz de eso empieza a salir trabajo.

-¿Cine, teatro o televisión?

-Me gusta el teatro, el cine y la televisión que son buenos. Soy actor, trabajo en cine, en teatro, en televisión, en la calle… donde me digan, porque es mi trabajo. Luego, yo decido si lo que me ofrecen merece la pena hacerlo o no para mí. Pero sí es cierto que es distinto. El lenguaje audiovisual es diferente al lenguaje teatral. Además que el lenguaje teatral tiene detrás un valor añadido: es un reciclaje. Yo llevo ahora tres años y medio sin hacer teatro, sin subirme en un escenario. Ahora empiezo los ensayos en el teatro Español de Madrid con una obra que estrenaremos en enero. Me apetece mucho, después de tres años sin hacer teatro, es una especie de reciclaje: el proceso de ensayo, los trabajos de voz, los trabajos con el cuerpo… uno parece que se engrasa otra vez de nuevo y se pone más a punto.

-¿Crees que en Cáceres un actor puede formarse y hacerse un hueco en el mundo de la interpretación?

-Algún político pensaría que esto es una utopía, pero a mí me gustaría que Cáceres tuviera una compañía estable que se nutriera de los actores que forma la Escuela de Arte Dramático, como tenía antiguamente y que haga sus propios espectáculos, que salga por toda la geografía española. Pero tal y como está ahora el teatro y la subida que hemos tenido del IVA en eventos culturales, pues es súper complicado y difícil.

-¡Hoy en día es más provechoso ser guapo y atractivo o tener talento y estar bien formado?

-Morgan Freeman, que es un actor que me encanta, decía que la formación es fundamental y el que piense lo contrario es un ignorante. La formación te da las herramientas que necesitas tener para saber trabajar en los conflictos que te plantea una función de teatro, un texto dramático o una serie de televisión. Ser guapo está muy bien, pero dura poco. Tú puedes ser muy guapo con 19 años pero es que a los 21 o a los 22 tuyos, ya hay otro más guapo que tú con 19. De hecho, fíjate cuántos de “Al salir de clase” o de “Compañeros” quedan. Prácticamente ninguno. Uno o dos. Con 19 años  no te pueden exigir que estés formado, porque no has tenido tiempo de formarte y cuando te dan un papel con esa edad, es para que hagas de ti mismo en una serie de jóvenes. Y eso lo confunden, se piensan que de ahí, como ya salen a los bares, les hacen fotos y tienen la fama efímera de la televisión, piensan que son súper estrellas. Al final, se caen del guindo. Cuando les hacen un casting con 26 o 27 años, no tienen ninguna herramienta con la que trabajar. Hay una cosa fundamental: la gente que hemos estudiado, entendemos la filosofía de la profesión. Dicen que ahora la profesión está en crisis… esta profesión siempre ha estado en crisis. La televisión es la que está en crisis y eso repercute en nosotros, que trabajamos en series de ficción nacional, que estaban acaparando un gran margen de la profesión. El otro día escuché en televisión a un campesino de El Ejido. Le preguntaban que cómo estaba llevando la crisis. El hombre tenía 76 años. Decía: Yo a mi padre lo conocí en crisis. Esto de la crisis le suena a marcianada porque él y su familia llevan toda la vida en esta situación. ¿Crisis para quién?

-¿Crees que afectarán la crisis, los recortes y la subida del IVA aún más al cine?

-Absolutamente, de hecho ya está afectando. Ha salido el último informe de las recaudaciones en cultura y ha bajado un 21% con respecto al año pasado. Yo vengo de estar rodando ahora en Francia y allí la cultura es una cuestión de estado, no de partidos políticos. La cultura y la educación van unidas. Aquí tenemos un ministro de Cultura, Educación y Deportes, Wert,  que piensa que la cultura es entretenimiento, son declaraciones suyas. Si juntamos la cultura al entretenimiento y al ocio pues estamos acabando con ella. Fíjate, en Francia tienen una cosa curiosa. España, frente a esta crisis, es el único país que ha determinado subir el IVA del 8% al 21%. En Francia lo bajaron del 6% al 4%. Este último mes de septiembre, que se ha hecho el balance europeo de cultura, Francia ha crecido un 52%, ¿Por qué? Pues porque ellos tienen amor a la cultura. A toda la cultura: la de los libros, la del teatro, la del café, la de los restaurantes…Tienen la cultura de que la gente viva la calle. Entonces ¿qué pasa? Que te encuentras los cabaret, los teatros, los taxis y los restaurantes llenos. Eso es la cultura. Luego, dentro de la oferta cultural, cada uno decide lo que quiere. Pero haces cultura de la cultura, no esto. La ley del cine… pues imagínate. Ahora sube el 21%, se quitan las desgravaciones fiscales para los productores, muchas de las productoras pequeñas que había en España, cerca de 200, que estaban derivadas del blanqueo de dinero de la construcción, cierran. Ya no se produce mediometraje, tampoco cortometrajes porque no tienen ninguna salida en el país, el cine sube mucho, se bajan las subvenciones, el mecenazgo todavía no ha salido. El año pasado se rodaron 86 películas, en el 2006 se rodaron 134 y este año, en lo que va de año, no se ha llegado a 30 todavía.

-¿En eso también están influyendo las descargas ilegales?

-Eso es otra cosa. Yo le preguntaría a la gente que se descarga películas o  música que por qué no se van al supermercado en Navidades a comprar los centollos y le dicen al pescadero: “¡No te voy a pagar, esto me lo descargo gratis a mi bolsa!”. Y cuando salgan de copas a La Madrila, que le digan al camarero que no le van a pagar. Yo puedo entender que tú veas en tu tele o te bajes en el ordenador pagando una película, por ejemplo, de Almodóvar o de Fernando León de Aranoa, pero verte Avatar, Prometeus, o una película con esa calidad visual en una pantalla en widescreem pixelada, es una falta de gusto absoluto por el cine. Es así. Quiero recalcar una cosa: la gente tiene que entender que las descargas ilegales son un delito, es robar. Están robando a unos creativos que no cobran su dinero.

-¿Se te ha pasado por la cabeza alguna vez tirar la toalla y dedicarte a una profesión con más futuro, como suele decir la gente?

-Jamás. Amo mi profesión. Tirar la toalla y dedicarme a qué, ¿a futbolista? Porque parece que es lo único que funciona. No, jamás, mi profesión es lo único que me motiva.

- ¿Has tenido que refinar tu acento extremeño?

-Depende. Por ejemplo, para La voz dormida, que era un acento cordobés, pues me vino muy bien comerme los finales, no decir las eses. Pero sí, en teatro normalmente sueles castellanizar, hacerlo más neutro. Hoy día que el mundo está globalizado, tampoco importa mucho el acento que tengas.

-La Princesa de Éboli, Punta Escarlata, Toledo… ¿Qué serie de TV crees que ha fortalecido más tu carrera como actor?

Hombre, Punta Escarlata para mí fue un antes y un después, se juntaron muchos factores. Nunca en televisión se trabaja con ese formato. A nosotros nos dieron los nueve capítulos tres meses antes. Estuvimos ensayando. Yo como actor sé que mi personaje empieza aquí y acaba allí, por tanto, el arco dramático, el personaje, lo puedo construir bien, haciendo un trabajo de precisión, de análisis… Es distinto a trabajar en una serie en la que tres días antes de empezar el capítulo te lo dan, porque se va rodando a la vez que se va escribiendo, dependiendo de las audiencias. No tiene una línea argumental definida y es mucho más complicado para uno construir un personaje. Pero Punta Escarlata para mí fue una gran experiencia. Lo que hicimos en Colombia también, el Corazón del Océano. Sí, cine para televisión, que es distinto que hacer televisión en plató.

- ¿En la novela La Voz Dormida y en su adaptación al cine se notaba que estaba escrita por una extremeña, había algo que solo tú, como actor extremeño, notaras y que pasara desapercibido para quienes no lo eran, alguna emoción, algún detalle?

-Yo conocí a Dulce un año antes de que se muriera. Me regaló el libro y me dijo: “¡Tú serías un buen Felipe!”. Al año y medio me llamó Benito Zambrano para hacer de Felipe. Es más, tengo una dedicatoria en el libro de Dulce Chacón porque fui a un seminario que dio en la RESAD de Dramaturgia. Para mí, como extremeño, pues imagínate, un orgullo interpretar un libro que yo creo que forma parte de la literatura extremeña.

-¿Cómo es trabajar con Benito Zambrano?

-Muy difícil. Es un director que no te permite que le mientas. En esta profesión, cuando te enfrentas a un texto como el de Benito, que es un drama social y además basado en un hecho real, con personajes que existieron de verdad, pues la responsabilidad es muchísimo mayor. Además, estás contando una parte de la historia de tu país que tú desconoces, porque yo soy un hijo de la Democracia. También fue muy bonito, porque fue un aprendizaje para mí, no solo como actor, sino como persona. Benito además tiene esa cosa en todas sus películas de ser muy cirujano en el tema de las emociones. Es muy complicado porque son unos procesos muy dolorosos psicológicamente, te afectan mucho. Nosotros leímos cartas de presos que iban a ser fusilados el día siguiente. Testimonios reales. Incluso en el móvil tengo el testimonio de una señora que vio cómo a su hijo una monja lo estampaba contra la pared tras parirlo, porque no quería bautizarlo. Cuando uno está un poco sensible a lo que pasa en el mundo, pues eso te empieza a afectar y cuando además eso tienes que reproducirlo, pues es como que uno se lleva a casa el trabajo.

-Las relaciones personales y la fama. ¿Es difícil tener vida privada?

No es difícil. Hay un circo que siempre te va a abrir la puerta y tú decides si entras o no. Mira, yo recibo todas las semanas diez invitaciones para espectáculos, fiestas…Yo tengo muchos compañeros actores que odian y detestan las revistas del corazón. No les gusta el Cuore, ni ninguna revista de ese estilo. Pero, sin embargo, sí que van a esos eventos a hacer photocall cuando esas fotos van precisamente para esas revistas que no les gustan. Puedes tener vida privada siempre y cuando huyas de ese mundo mediático porque al final les dejas de interesar, molestándote nada más cuando es tu trabajo, cuando es una promoción para ti, o un íntimo amigo tuyo que presenta una película y vas a esa promoción. Si quieres sí puedes separarlo. Yo supongo que a otros niveles de gente muchísimo más famosa, es más incómodo.

- ¿Cuándo vas por Cáceres, la gente te reconoce y te para?

-Sí. Además, la gente de Cáceres es súper cariñosa conmigo. Esa gente a la que conocía de toda la vida, que hace tiempo que no me veía, como profesores del colegio de cuando yo tenía 6,7 u 8 años, me han parado por aquí y me han dicho: “Joder, ¿quién te lo iba a decir a ti? Con lo mal estudiante que eras”.

-¿Eras mal estudiante?

-Era mal estudiante de las cosas que no me gustaban. Nunca entendí muchas cosas de las que nos enseñaban. Yo era de sacar muy buenas notas en Literatura y en Ciencias Naturales y suspender Religión, Matemáticas y Física y Química, porque nunca entendí de qué me valía a mí saber cómo se llama el Hidrocloruro de Fosfato.

-¿Cómo se ve desde fuera Extremadura, qué piensan de nosotros?

-Yo traigo ahora a unos amigos catalanes. Le decía a uno: No es posible que tú, con 39 años, no hayas visto nunca una vaca delante de ti.  Eso no es que Extremadura sea maravillosa, es que tú eres un ignorante de la vida. A mí me encanta que la gente se sorprenda con Extremadura. Camilo José Cela decía que era la gran desconocida y a mí me encanta entrar siempre en Extremadura y ver Trujillo, no ver edificios…. O sea, me encanta Extremadura. La gente tiene una referencia súper bonita como un paraíso muy cercano. Vienen aquí o van a la Vera o a las Hurdes y no se creen lo que ven. La gente  piensa que Extremadura es un llano con encinas, guarros y pueblerinos por allí pasando. A toda la gente que ha venido conmigo le encanta. Si desconocen Extremadura, pueden llegar a hablar como el director este alemán que decía que en Venezuela no había ni semáforos, se iba en burro… esto fue el año pasado.

- ¿Hubiera sido igual recibir el premio Reyes Abades en otro lugar que recibirlo en el Gran Teatro, delante de tu familia, de tus amigos, de tu ciudad?

-No, no hubiera sido lo mismo. Primero porque Reyes Abades es extremeño y recibirlo en el Gran Teatro fue increíble porque es el primer teatro en el que yo me subí al escenario como profesional. El primer sueldo que yo cobré, lo cobré en el Gran Teatro con “La playa Vacía”. Recibir el premio en Cáceres fue un premio doble porque estaba mi familia, porque es el teatro donde nací, donde están mis amigos y porque es la ciudad que a mí me vio nacer y crecer. Fue súper emotivo.

-No hace mucho organizaste un curso en la ESAD de Extremadura con el fin de escoger actores para hacer una película que se iba a rodar en Cáceres.

-Ya estamos con el proceso de preproducción pero el pistoletazo de salida se dará en marzo, porque ha costado muchísimo levantar el presupuesto de la película. Llevamos tres años y medio intentando levantar el proyecto. Vamos a rodar poco en Cáceres, grabaremos más en Colombia, vamos a hacer una coproducción. Estoy muy ilusionado. Con muchas ganas de ponerme al otro lado de la cámara.

-¿Cómo has visto a los estudiantes de la ESAD tras trabajar con ellos durante ese curso de una semana?

-No estoy muy ligado a la ESAD de Extremadura. Cuando estuve aquí haciendo el curso, vi que había gente que estaba muy bien formada, con una formación muy completa y eso se nota a la hora de que un actor se enfrente a un trabajo interpretativo. Pero yo estoy convencido que saldrán igual de buenos aquí que en Madrid, Barcelona o cualquier otra ciudad.

-¿Se puede vivir de la interpretación?

-Absolutamente. Si tienes suerte, sí. Como en todo. Si eres mujer lo tienes peor, porque el 80% de los papeles son masculinos. Hay muy pocos papeles femeninos hoy en día en televisión, en teatro, en cine… siempre ha sido así. Y además con un hándicap, que hay el doble de actrices que de actores. Hay un 20% solo de papeles femeninos y el doble de actrices que de actores en el país. Entonces es complicado, sí, es complicado vivir de esto, pero se puede.

-¿Próximos proyectos?

-Empiezo el día 15 los ensayos en el Teatro Español de Madrid, con una obra que dirige Sonia Sebastián. Estrenaremos el 14 de enero y durará hasta el 26 de marzo. Tengo pendiente de estreno “El corazón del océano”, que es una serie que hicimos hace dos años en Colombia y que se estrenará el año que viene en Antena 3. También he rodado con Ridley Scott, junto con Bardem en Londres y aquí en España, “The Counselor”, que se estrenará yo creo que para septiembre del año que viene. Y también he rodado, ahora en octubre, con un director francés y la película también se estrenará para el año que viene. De momento bien.

-¿Volverás algún día a vivir a Extremadura?

No lo sé, porque yo soy una persona que demanda mucho moverse, viajar… y Cáceres para mí es una ciudad excesivamente tranquila. Me gusta mucho descansar, venir a ver a la familia, a estar tranquilo.  Sí que me gustaría comprarme una casa por aquí, por la Parte Antigua, para no tener que molestar a mis padres cada vez que vengo.

-¿Has notado algún cambio en Cáceres desde tu infancia hasta ahora?

Si, ha cambiado mucho. Donde mis padres viven ahora, antes había un descampado por donde yo corría. Pues lo típico, las ciudades van creciendo, los barrios van cambiando, pero las zonas por las que uno se mueve, las zonas en las que uno crece, las que a uno le gustan, siguen siendo las mismas.

jueves, 8 de noviembre de 2012

NUEVA REVISTA LITERARIA

La Asociación Cultural Letras Cascabeleras, se complace en invitarle a la presentación del número uno de la Revista Literaria "La Conserva". El acto será el sábado día 17 de noviembre, a las 19:00 en Parrápolis (Calle Parras, 35 - Cáceres).
 Desde aquí quiero dar las gracias a la asociación letras cascabeleras por contar conmigo y mi humilde poesía para el primer número de esta revista.
 
Francisco Bermejo.

lunes, 29 de octubre de 2012

CARMEN HERAS









Entrevista a Carmen Heras





-Antecedentes políticos en su familia.

Ninguno. Mi padre era un hombre político, leía y hablaba sobre política pero nunca se metió en ese terreno.

-¿En qué año se afilia al PSOE?

Me afilié en 1986.

-¿Qué le lleva a ello?

 La influencia de un grupo de amigos, entre otros mi marido, que me decían que yo tenía que entrar en política, que había que trabajar por proyectos colectivos dentro de la ciudad. Me cogió en un momento en que yo ya estaba más o menos situada, porque ya tenía a mi hijo, había sacado las oposiciones… tenía mi vida personal resuelta.

-El PSOE abarca un gran abanico de ideales. Laicos, creyentes, taurinos, anti taurinos,… ¿Qué ideales fomenta usted?

Yo creo que hay que mantener el respeto de unos hacia otros. En la pluralidad está la virtud. Yo no soy de un pensamiento único, soy en ese sentido muy heterodoxa.

-Su época de estudiante en la universidad.

Me cogió todo mayo del año 1968, que fue cuando llegué a la universidad de Valladolid. Viví toda la ebullición que tuvo el movimiento universitario a pesar de que todavía vivía Franco y que estaban las libertades muy restringidas. Los años de después de su muerte también fueron muy intensos desde el punto de vista de los movimientos jóvenes. Y posteriormente, estando ya en la escuela de magisterio en Virgen de la Montaña, tuvimos unos años muy políticos, con muchísimo estudiante comprometido, unos buenos grupos de gente trabajando por la democracia y por la libertad. Estaban muy relacionados con células que había en otros lugares de España. Era un momento convulso porque no sé sabía después de la muerte de Franco cómo acabaría todo. Él murió diciendo que lo dejaba todo “bien atado” y en la juventud había mucha intranquilidad y deseo de que lo que se hiciese, se hiciese bien.

-¿Cómo era la universidad de entonces?

Mi etapa en la universidad la recuerdo como una época de falta de libertades. Íbamos a las escuelas a enseñar a leer y escribir, porque las mujeres teníamos que hacer el Servicio Social; también acudíamos a pueblos y barrios deprimentes, porque había muchísimo analfabetismo. En los cines veías películas comprometidas que hacían en Cuba o Brasil, en las que tenías que interpretar tú el mensaje porque no se podía hablar con claridad de ciertas cosas. Para conseguir libros que en toda Europa eran normales, había que traerlos de extranjis en las maletas de amigos que salían a trabajar fuera a ganarse unas perritas para tener dinero para el curso. Empezaba el Partido Socialista otra vez a renacer. El Madrid hubo un movimiento muy fuerte de los universitarios. Los grises entraron a caballo, se produjeron situaciones muy desagradables. Hubo gente que hirieron, alguno murió. Además de estudiar tu carrera, tenías que estar al tanto de lo que se estaba haciendo en arte, literatura… en cultura general, para que la gente te considerase. Yo eso lo extraño mucho ahora. En aquel momento, el ser culto vendía.

-¿Cree que los estudiantes de ahora tienen conciencia social?

Yo viví una época donde la universidad era muy elitista. Todo esto que avisa ahora el ministro Wert ya lo he vivido. Yo estudié en un colegio de monjas, la escuela pública estaba totalmente estropeada. No se invertía en educación. Cuando terminé el bachillerato hice el PREU en el instituto porque en el colegio no se podía hacer. Luego pasé a Salamanca. No había universidad en todos los sitios. De Salamanca me fui a Valladolid a estudiar la carrera que me gustaba. Mis compañeros eran personas con becas o hijos de familias con dinero que podían permitirse el lujo de estudiar. Había mucho hijo de militar, compañeros del Opus Dei y gente de familia modesta apenas. En mi carrera éramos dos mujeres, todo lo demás eran hombres, porque las carreras científicas han sido normalmente objeto de hombres. La gente estaba muy concienciada, era muy política. Yo voy y vengo con chavales jóvenes en el autobús y no les oigo hablar nunca de política. Les escucho como mucho: “Bueno, veremos a ver la segunda matrícula cuanto me va a costar, no sé qué dirá mi padre”. Entiendo que no les ha hecho falta.

 -¿En qué año llega usted a Cáceres?

En 1973.

-¿Por qué viene a Cáceres?

Yo vengo a Cáceres porque mi marido, al que conocí en la universidad, era de aquí. Las personas de Cáceres que estudiaban en la universidad iban a Salamanca o a Madrid. Los de Badajoz, en cambio, a Sevilla. Yo conozco a mi marido en Salamanca, estudiábamos los dos en la Facultad de Anaya. No estábamos en el mismo curso, él hacía otro selectivo distinto porque quería ser ingeniero de caminos. Le conozco en los intercambios que hacían los colegios. Yo estaba en un Colegio Mayor en la Gran Vía de Salamanca, él estaba en los Bartolos que es un colegio de Salamanca muy clásico, de la Edad Media. Empezamos una amistad. Él me hablaba mucho de Cáceres, recuerdo que me regaló un montón de postales de la Parte Antigua. Después él se va a Madrid, yo me voy a Valladolid. Luego él vuelve… nos casamos. Cuando termino la carrera, pido trabajo en diferentes sitios. Uno de ellos fue Cáceres y me llamó el catedrático de Matemáticas. Yo había hecho físicas para irme a una fábrica o a ser la mujer del tiempo que era lo que a mí me gustaba. Me vine con gran disgusto de mi padre, porque en aquella época para ir de Zamora a Cáceres se tardaba 6 horas. Venía en un coche de línea que iba parando en todos los pueblos, tardabas toda la tarde. Mi padre veía 300 km de distancia. Extremadura era algo lejano y totalmente extraño.

-¿Esta ciudad era entonces tan conservadora como ahora?

Exactamente igual. No ha evolucionado nada, prácticamente muy poco. Ahí tiene mucha culpa la universidad. Debió meterse mucho más a fondo e intervenir mucho más, pero para eso también hace falta tener tiempo y querer. El profesorado universitario se dedica a lo suyo y luego no interviene en la vida de la ciudad, lo cual es un error. Fíjate, cuando Salamanca jugó a ser Capital Europea de la Cultura, que lo fue, era el rector de la universidad el que estaba metido en todo el ajo, era uno de los que promocionaban y hacían las cosas. Eso aquí es impensable, la gente es políticamente correcta y es complicado.

-Desde 1995 que entró como concejala por el PSOE en el ayuntamiento de Cáceres, hasta 2003 que es elegida Portavoz del PSOE, ¿Cuál es su labor dentro del partido? ¿Cómo logra una persona encabezar la lista?

Yo entro en el año 1986 en el partido. En el año 1995 me proponen para ir al Ayuntamiento de número 2. Entonces era directora de este centro (Facultad de formación del profesorado). Vivíamos un momento malo porque ya se veía que el PSOE podía perder las elecciones. Me ofrecen ir de número dos porque el número uno lo tiene una persona que ha estado siempre en el congreso. Entiende el partido que es poco conocido en Cáceres y que era bueno que fuese alguien con él más conocido. Yo había ganado cierta popularidad. Se estaban imponiendo las nuevas carreras en las escuelas de magisterio de Cáceres y Badajoz. Como Juan Carlos Rodríguez Ibarra, que entonces era el presidente de la Junta, era profesor en la escuela de Badajoz, siempre utilizaban su nombre para cualquier cosa. Iban a ver al rector y le decían que Juan Carlos Rodríguez Ibarra había dicho que sí a cualquier cosa, con lo cual esta escuela estaba en inferioridad, o así lo veíamos nosotros, con respecto a la escuela de Badajoz. Yo tuve que pelear fuerte para que no quedase descolgada. Había que repartir un número de carreras. Se dijo que no había que repetir. Luego las hemos tenido duplicadas. Yo salí en la prensa diciéndole a Juan Carlos que no podía solamente mirar para Badajoz. Eso gustó mucho en Cáceres, aunque yo no lo hice por eso. Él no tenía la culpa, le contaban las cosas de una forma determinada y lógicamente, las creía. Aquello fue tremendo dentro del Partido, se escandalizó todo el mundo. Cogí esta escuela con 700 alumnos y mi intención era aumentar el número, que no se cerrase. Trabajamos mucho. Necesitaban una persona que fuese universitaria, que no viviese de la política, mujer, que defendiese Cáceres incluso de Juan Carlos Rodríguez Ibarra… que diese el perfil. Me insistieron muchísimo. Yo primero dije que no porque la verdad que nadie se había dirigido a mí en los años que llevaba en el partido. Yo ya tenía mi estatus profesional y mi oposición. Volví a decir que no y me insistieron tanto que acabé diciendo que sí, pero más que nada porque ya sabíamos que íbamos a perder. Hicimos una campaña municipal muy difícil, la gente no nos abría la puerta de las casas. En Cáceres la gente es muy fría cuando quiere, al igual que muy cariñosa cuando le apetece. Perdimos por muchísimo. Quedamos muy mal. Entramos en el ayuntamiento en el mes de junio con una mayoría aplastante del PP y en el mes de enero había elecciones generales. Dijeron que fuera de número 2 al Congreso de los Diputados. Estuve de concejala desde el mes de junio de 1995 hasta que empezó la campaña electoral en el mes de enero, y en marzo fueron las elecciones generales y estuve 4 años en el congreso de los diputados, del año 1996 al año 2000. Estuvimos en la oposición a Aznar y fueron 4 años interesantísimos.

-¿Estaba el PSOE tan dividido entonces como ahora? 

Las elecciones han sido muy calamitosas para nosotros, una gran desilusión. Fundamentalmente en los municipios, porque algunos con mayorías absolutas se han perdido. Yo creo que los votantes han pensado que tenían que quitar cualquier cosa relacionada con el PSOE y poner al PP a ver si arreglaba las cosas. Hemos perdido la junta y eso ha sido todavía más doloroso porque nos hemos quedado a dos diputados. Y las diputaciones también. Como ha sido perder en todo, la gente se ha quedado descolocada. Hemos entramos en un periodo de congresos, muchos buscando una renovación del partido, que vengan tiempos nuevos y dar salida a gente más joven que pueda tomar el testigo, y otros sin embargo, han pensado que hay que agarrarse con unas y dientes a lo que haya porque la situación es grave. Eso ha dado lugar a todo este tipo de colectivos, de grupos que bajo una apariencia de hacer unos cambios, tenía también otro tipo de objetivos que era que la gente no quedase descolgada, que siguiera teniendo puestos orgánicos para cuando las cosas cambien,… En unos casos es natural, en otros ha sido exageradamente fuerte; en unos se ha elegido bien, en otros mal… lo cierto es que el partido está pasando una mala etapa.

-En la oposición a Saponi, ¿Consideró buenos los resultados pese a perder las elecciones en 2003 al ganar con concejales?

Sí, porque cuando yo me presento como candidata al ayuntamiento, Saponi era una especie de tótem, todo el mundo me decía, incluso la gente del partido: “No vas a sacar nada, porque él es un hombre muy querido, tiene muchos concejales, no va a perder” De tal manera que cuando conseguimos arrancarle dos concejales, lo dejamos con 13 y después se le fue uno y se quedó sin mayoría. Eso fue un triunfo fuertísimo, aumentamos mucho los votos, trabajamos muchísimo porque no estaba nadie liberado y tenías que salir de tu trabajo e ir a hacer política por los barrios, que te conocieran, que los conocieras… muy pendientes de las necesidades. Fue tan dura la campaña que cuando terminó me salió un herpes en la frente. Aunque perdimos, fue un éxito. Y ya ese año dentro del ayuntamiento, raspamos, raspamos, raspamos… Era otra cosa.

-Año 2007. Alcaldesa de Cáceres con el apoyo de IU y Foro Ciudadano. ¿Cómo fue gobernar con Santiago Pavón?

En política importa más la imagen que la verdad. Lamentablemente en este caso, aparentemente, Pavón me dio más guerra de la que me dio. Como era tan estruendoso, todo lo decía en la prensa y soltaba cuatro cargamentos, parecía que había una guerra civil dentro y no era para tanto. Era muy histriónico, hacía teatro. Lo hizo muy bien, porque de hecho ya ves que duplicaron el número de votos y les ha salido fenomenal después de tanta tontería como hizo en los 4 años.

-¿Fue complicado sacar sus proyectos adelante?

Fue muy complicado. Primero, porque eran dos socios muy alejados uno del otro. Uno era de tendencia totalmente liberal y el otro marxista leninista: todo hay que municipalizarlo, todo tiene que hacerlo el estado, cualquier cosa es una veleidad,… Entonces discutían entre ellos, no conmigo. Los dos querían que yo les diera la razón y yo sabía que en cuanto se la diera a uno de ellos, aquello se rompía. El equilibrio estaba en mí. Como cuando tienes dos hijos, no puedes decir que uno es bueno y otro es malo si se pegan, tienes que intentar mediar. Felipe Vela es un hombre muy inteligente, pero se cansa de las cosas: “Quiero que hagamos una reforma en la Plaza Mayor”. Vale, hacemos la reforma, conseguimos el dinero y cuando va a empezar el proyecto “yo ya me canso y me marcho”. Te embarcaba en las cosas y luego escapaba del barco. Es verdad que se portó muy bien conmigo, jamás fue desleal, lo que pactamos lo cumplió. No tengo ninguna queja de Felipe Vela. Pero el otro era todo lo contrario: ahora acordamos una cosa, nos vamos a casa, pasa la noche y mañana viene y dice otra. Era continuamente así. Era no saber con lo que me iba a encontrar al día siguiente. Y además, con la desventaja de que como yo era la alcaldesa, no podía ponerme a su altura. Cuando en un pleno decía cuatro burradas, pues a mí me hubiera apetecido contestarle con otras, pero yo no podía porque era la alcaldesa. Con lo cual, parecía que él quedaba siempre por encima. No fui capaz de vender hacia fuera que era una persona totalmente improvisadora. El tenía cultura política y sabía que como nada más era una persona quedaba tapada por todos los demás, entonces tenía que hacer alguna cosa rara para que hablaran de él y lo conseguía. Hoy rompía documentos, mañana salía diciendo que iba a hacer una denuncia ante el fiscal, pasado decía… continuamente cosas llamativas. La lastima fue que invertimos 50 millones de euros en la ciudad y sin embargo, en la imagen de la ciudad ha quedado que Pavón no me dejó hacer nada, cuando realmente es verdad que me incordió muchísimo y es verdad que no sabía nunca como actuar con él, porque si le invitaba a las reuniones, después contaba fuera lo de dentro y si no le invitaba a las reuniones, también se enfadaba porque no le invitaba, con lo cual era un lío y era el primer teniente alcalde. Le mandaba en representación mía y me dejaba en ridículo. Una vez lo envié a la inauguración de una entidad bancaria porque yo no podía ir. Llega allí y cuando entra el obispo con el hisopo dice en voz alta: “¿Que viene ahora el obispo a bendecir esto? Hasta aquí podíamos llegar. Me voy”. Y no repito todo lo que dijo después. Con lo cual, el representante de la alcaldesa, ¿cómo que se marcha? Cosas de este tipo son graves ante el punto de vista del protocolo y de lo que es esta sociedad que es políticamente correcta y muy suave en las formas. Este tipo de planteamientos me hizo un daño muy grande. Cuando decidí cesarlo, el daño ya estaba hecho.

-¿Qué le parece Margarita González-Jubete?

Margarita es una mujer inteligente. Ve las cosas, no tiene nada de fundamentalista. Yo creo que ella podría ser una buena secretaria de IU. Eso dependerá de ellos, son cosas internas. Nosotros en el ayuntamiento nos llevamos muy bien con ella, de hecho pactamos prácticamente todo. Estamos de acuerdo en muchas cosas.

-¿Fue una sorpresa la abstención de IU a nivel regional?

Si lo fue. Nunca pensamos que Izquierda Unida fuera a dejar gobernar al PP. Creímos que a lo mejor no entraban en el gobierno, que simplemente votaban a Guillermo Fernández Vara y exigían un programa determinado para presionar desde fuera, pero que se abstuvieran y dejaran gobernar a Monago fue una sorpresa. Yo creo que hoy aun no nos hemos recuperado de eso. Ha sido una gran frustración.

-Cáceres 2016. ¿Qué falló? ¿Fue un golpe anímico no estar entre las 6 ciudades que optaban a capital cultural europea?

Ahora que ya ha pasado el tiempo, tengo que decir que Cáceres era una favorita, todo el mundo lo daba por hecho. Cuando dan los nombres y no aparece Cáceres, la mayoría de la gente estaba asombrada de que no nos hubieran nombrado. Fue una fatalidad en el sentido de que igual les hubiera dado decir 6 finalistas que meter 7, una más. El propio método de selección está equivocado: tú tienes que defender el proyecto delante de un tribunal, de una comisión, de gente que no es toda de España. Entonces viene un señor inglés y escucha a 20 ciudades que le están vendiendo lo buenas que son, pero ese señor no conoce la ciudad. Con lo cual, que te examine gente de fuera que no conoce antes las ciudades… Vas totalmente perdido, porque tampoco tienen conocimientos como para ser objetivos.

-¿Qué tiene San Sebastián que no tenga Cáceres?

Yo creo que entró la política. San Sebastián salió elegida, no porque tenga mérito, que los tiene, es una ciudad maravillosa, extraordinariamente bella, importante y culta. Está muy bien elegida. Pero sí que es verdad que el decreto por el cual nos presentábamos para intentar conseguir la capitalidad cultural, decía que era una forma de ayudar a las ciudades a que pudieran promocionarse, ampliar, poder tirar para adelante, y a San Sebastián no le hace falta, porque es ya una gran ciudad sin ser capital europea de la cultura.

-Hablemos del Edificio Embarcadero. La actual alcaldesa, Elena Nevado, lo ha calificado como un “semillero de enchufados” y a las empresas allí instaladas como “okupas autorizados por el anterior gobierno”. Incluso se habló de su cierre. ¿Qué opina al respecto?

La actual alcaldesa de Cáceres responde a un cliché y habla generalmente conforme a él. Algo se le va quitando ahora que ha pasado un año y pico, se ha dado cuenta de que las cosas no son como ella creía que eran. Elena Nevado llegó a la alcaldía sin conocimiento de lo que tenía que ver con el municipio y este fue uno de los temas. Este proyecto se hace en la época de Saponi. Entonces teníamos muchos fondos europeos. Es un proyecto faraónico, en un barrio deprimido como era Aldea Moret, intentando rehabilitar un edificio que se llama “Embarcadero” porque allí los trenes que llevaban el mineral se colocaban y se cargaban. Allí se embarcaba el mineral. Es un proyecto muy bonito pero muy costoso. Cuando nosotros llegamos a la alcaldía está terminado el edificio prácticamente, falta la cubierta, porque se había mantenido el techo que tenía anteriormente. Nosotros lo abrimos. Había que darle juego y hacer que la gente entrase en Aldea Moret y se quedase, porque la gente se piensa si va o no va a allí, tiene una especie de etiqueta de barrio marginal. Luego no es más inseguro que otros barrios, pero tiene una etiqueta. Nosotros lo que hicimos fue ser flexibles a la hora de aceptar personas para ocupar despachos, en un intento de que aquello se llenara, que empezase a funcionar y la gente viese que aquello era algo interesante. La alcaldesa es como es “Voy y echo a todo el mundo” y luego les ha costado Dios y ayuda volver a llenar los espacios. Los ha llenado con una manta de trapos: ha cogido de aquí el rojo, de aquí el verde, de aquí el azul… no tiene nada que ver lo que hay en unas partes con lo que hay en otras. El proyecto ha perdido lo que era la filosofía del conjunto: un edificio inteligente que de alguna manera iba a servir a toda una serie de empresas innovadoras para relanzar desde ahí una economía de la ciudad. Todo eso se ha quitado. La gente, la mayoría de la que echó, se ha buscado la vida por otro lado. Con lo cual ahora ha cogido cuatro de aquí que le da la junta, cinco de allí que le da una empresa pública, etc. Eso está sin orden. Habrá que esperar.

-El corte inglés. ¿Qué ha aportado el PP para conseguir que este proyecto vaya a hacerse realidad?

El Corte Inglés es un proyecto también de la época de Saponi, que se empeña en meterlo dentro del Plan General de Urbanismo. Para poder hacer El Corte Inglés, como se quiere construir en un edificio que es docente, hay que cambiar la calificación del suelo, tiene que dejar de ser docente. Para dejar de serlo, hay que hacer una modificación y para hacerla, como el plan anterior no lo permitía, ha habido que esperar al plan nuevo, que sí que lo permite en función del interés social. Eso lleva unos trámites para que no haya pelotazos a base de estas cosas. Hay tres socios: uno, las carmelitas, que son las dueñas, las que venden; otro socio es El Corte Inglés, que quiere instalar su almacén, pero quiere coste cero; y el tercero, son los socios promotores, que quieren hacer El Corte Inglés, pero al lado quieren construir viviendas de 90 millones de pesetas. Resulta que llega el momento de la crisis y para hacer las viviendas de 90 millones de pesetas hacen falta unos préstamos bancarios que no llegan porque la banca ya no los da. Al mismo tiempo, la junta de Extremadura que es la que aprueba el Plan de Urbanismo, lógicamente, tiene que estudiar todas las cuestiones que van en él, en una comisión regional que hay. Quiero decir, que todo esto lleva dos tiempos. Si Saponi hubiera sacado El Corte Inglés del plan de urbanismo y lo hubiera aprobado por separado en un proyecto independiente, que lo pudo hacer, lo hubiéramos sacado. Yo, en aquel momento, le ofrecí como portavoz de la oposición que, aunque le votaba que no al plan de urbanismo, le votaba que si a El Corte Inglés por el interés social que tenía para la ciudad. Pero él se empeñó en meterlo dentro del Plan de Urbanismo. En la junta lo echaron para atrás porque era un plan totalmente irreal, que decía que había que hacer trescientas mil viviendas y unos disparates grandísimos. La junta paró el plan y se paró el proyecto de El Corte Inglés.

-Plaza Mayor de Cáceres. Se ha convertido en un punto de encuentro. Sin embargo, siendo peatonal, el PP autoriza el paso de taxis. ¿Se ha encargado más el PP en el año y pico que lleva en el gobierno de destruir lo construido por el PSOE que de poner en práctica el eslogan de su campaña “lo primero el empleo”?

Creo que sí, el PP realmente no quiere cambiar la ciudad. Lo que querían  era gobernar y mandar. Llevan un año y pico y realmente no han hecho nada nuevo. Han terminado los proyectos que nosotros habíamos dejado empezados, han destruido otros como la Plaza Mayor. Ahora mismo la gente demanda, por ejemplo, las fuentes de agua, las tienen cerradas. Está sin recepcionar la plaza por el ayuntamiento, nadie la mantiene. Yo en algunos momentos pienso que la van a acabar estropeando. Es una plaza que a mí me costó sangre, sudor y lágrimas, porque los hosteleros se revolvieron. Decían que perdían muchísimo dinero porque estuvo mucho tiempo abierta. La empresa debió tapar el agujero que se hizo en la plaza, porque es verdad que aquello parecía un campo de minas. Se tapó de mala forma, con lo cual, se veía el socavón y todo el mundo estaba asustado. La obra de la plaza es de muchísima envergadura porque lo que se ve es importante pero todo lo que arreglamos de tuberías, de conexiones, colocar el wifi… todas esas cosas que están por dentro por el subsuelo, lo fueron mucho más. Toda la parte interior de la Plaza Mayor hacía prácticamente cien años que no se arreglaba, con lo cual arreglamos el tema de instalación eléctrica, instalación de aguas… fue una obra impresionantemente buena para la ciudad y de hecho se está demostrando. A mí me costó votos la plaza mayor. De hecho, todavía después de las elecciones, ha habido muchas porras sobre qué pasaría cuando lloviera con la plaza, debatían los viejos del lugar, porque como estaba tan inclinada…. Siempre ha estado así, ahora no la han inclinado más, ¡que tontería!, pero la gente parecía que no se daba cuenta, como había una bandejina… visualmente un poco la anivelaba. Ha habido muchos chistes con el tema de la plaza, pero afortunadamente ahora está resultando para lo que la hicimos, que fuera un lugar de encuentro. Ahora bien, al PP le molestó en su momento, hizo todo lo posible para que la gente se enfadase con el tema de la plaza. No la están manteniendo, yo no sé cuándo piensan recepcionarla. El Partido Popular tiene una gracia especial para en tema mediático y para vender anécdotas pero no tiene un proyecto. Ni tiene un proyecto de región Monago, ni lo tiene de ciudad Elena Nevado.

-Vuelve a subir el paro en Extremadura ¿A dónde nos va a llevar la política de recortes del PP?

Nos lleva a una recesión total y absoluta, a una desmoralización, a un empobrecimiento de lo que es las diferentes estructuras de la sociedad. Nos lleva a quitar y borrar prácticamente la clase media. Como esto siga así va a haber clase alta y clase baja. Y Desde luego, nos lleva a un claro vencedor, que es la banca. Ella va a tener unos dineros, y va a haber unos paganos, que somos los curritos de a pie, que nos están recortando, recortando, recortando…. Creo que se está haciendo muy mal. Vamos a ir a una situación mediocre. Además, se han encargado de despotricar contra todo el mundo: el político es malo, el funcionario es malo, los médicos no cumplen, los maestros están perdiendo el tiempo y dan pocas horas… La gente cae en eso, porque cuando alguien está enfadado porque no hay trabajo y está pasando unas dificultades, necesita chivos expiatorios donde echar la rabia. ¿A dónde nos lleva eso? Nos lleva a que nadie confiemos en nadie. A mí me decía hoy un ciudadano de aquí de Cáceres que están cobrando los arquitectos, que teóricamente pertenecen a una élite, 100 euros por hacer reconocimiento de las casas, porque ahora se le exige a las casas como una especie de ITV igual que los coches. Se está rebajando tanto el caché que al final todos pobres. Es verdad que antes a lo mejor hemos estado todos ricos y todos no éramos ricos, pero pasar al otro extremo a mí me parece muy peligroso, porque si nadie confía en el gobierno, si nadie confía en los políticos, si nadie confía en los funcionarios… ¿Quién mantiene la administración? ¿Qué ponemos a un dictador? ¿Traemos al ejercito que vuelva otra vez a gobernar España? En esto tiene mucha culpa el PP cuando dice por ejemplo: “No es el momento de las ideologías, es el momento de las ideas”. Y ellos, todo lo que están haciendo es por ideología. Ellos quieren una universidad al pie de casa, no quieren que la sanidad sea pública sino privada, ellos no quieren pagar actividades extraescolares porque eso depende de las familias… es decir, hay un planteamiento ideológico total y absoluto, y les viene bien el tema de las crisis para ponerlo en marcha.

-El Partido Popular ha perdido 8 puntos en estimación de voto con respecto a las elecciones generales del 20N, lo que permite al PSOE acortar diferencias y situarse a 6,7 puntos del partido en el Gobierno, según el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). Sin embargo, el PSOE solo sube dos puntos respecto a los comicios de noviembre, y quienes crecen son los partidos minoritarios. ¿Qué política está haciendo el PSOE para recuperarse?

El partido socialista tiene un reto. Es verdad que el PP se está depauperando a marchas forzadas, Sin embargo,  tampoco el PSOE sube, en proporción de lo que baja el PP. Por lo tanto, es algo para que nosotros reflexionemos. Yo creo que en este momento, hay que estar con la gente. El PSOE es un poco esclavo de sus años de mandato en el gobierno. No le puedes pedir a una persona que ha sido ministro en el Gobierno de España que luego se ponga el cinturón y salga a la calle a las manifestaciones a pegar voces, porque sería totalmente anómalo. Yo creo que el ciudadano todavía nos sigue viendo con excesiva responsabilidad o excesivamente sujetos a una serie de decisiones que se tomaron, no propiamente de izquierdas a juicio de muchos. Eso hace que el ciudadano no se fie del Partido Socialista. Tendríamos que hacer un cambio de caras, debería buscar un discurso que le llegue mucho más a la gente de lo que les llega ahora mismo.

-Recortes en sanidad, educación, subida del IVA,… parece que volvemos 30 años atrás. Andrea Fabra grita en el congreso “Que se jodan”, Rajoy no da la cara… ¿A dónde nos lleva la política esto?

Hemos vuelto atrás. Si tu miras los datos, son como los de hace 20 años. Yo soy de la opinión de que los momentos difíciles muestran verdaderamente lo que piensan las personas. Yo entiendo que el PP es un partido conservador, un partido liberal que piensa que el mercado debe mandar y que cada uno debe buscarse la vida con su propio trabajo… Menos estado y más sociedad civil, todas esas cosas que dice Monago. Pero claro, que diga eso una persona que es rica de cuna, me parece hasta normal, que lo diga gente que son lo que son, precisamente porque ha existido un estado de bienestar que le ha dado de una forma más o menos gratis una educación y una sanidad, me llevan a que hay una serie de personas que están con el PP que están desclasadas, porque no pertenecen a una ende, no son de una familia riquísima, o de una familia noble, sino que son personas normales, tipo medio, en algunos casos tipo medio bajo que han podido estudiar porque había una universidad al lado de su casa, que han  podido estudiar porque la enseñanza básica ha sido gratuita, que han podido hacer un viaje porque no han tenido que pagar al médico porque era gratuito. Se está produciendo en algunos casos como puede ser en Extremadura, que estamos en manos de personas totalmente desclasadas. Y para mí no hay nada peor que una persona así, porque no tiene raíces. No está con los suyos, sino con los contrarios. Pero al mismo tiempo, tampoco está en la otra parte, porque no pertenece a allí. Creo que algunas cosas que le oímos a algunos dirigentes regionales del PP es producto de eso. No es correspondiente su ideología con su estatus social y su procedencia.

-25S. ¿Qué le parece la actuación de la policía?

Yo creo que ha sido exagerado, se han pasado tres pueblos. El gobierno se asustó y la policía hace lo que les mandan. Hay unos jefes y unas órdenes y las cumplen. Parece ser que había infiltrados, eso han contado en las redes sociales. En estas situaciones donde uno te pega un empujón y tú contestas, siempre da lugar a la violencia. Me parece que ha sido excesiva la actuación de los mandos, sobre todo de la delegada del Gobierno y del ministro de interior, que además ha querido demonizar todo, incluso ha querido castigar a los que abrieron una cuenta en un banco para poder tener dinero para alquilar los autobuses. Una especie de estado policial como hace mucho tiempo que no veíamos. Me parece un disparate, algo fuera de lugar. También, esto demuestra lo que son.

-¿Están siendo las redes sociales el arma de difusión  que ha dejado de ser TVE por ejemplo?

Las redes sociales las veo en ese sentido muy positivas. Yo estaba el verano pasado en México con mi hijo y la visita del Papa y todo lo que pasó en la puerta del sol lo veía en las redes sociales mucho mejor que si estoy aquí con la televisión encendida. Son poderosas, importantes, y lo hacen muy bien. ¿Cuál es el miedo que yo tengo? Que la gente, toda su energía y su vitalidad, la echa en la protesta que hace en la red social, pero luego no lo hace en otros sitios. Vale como mecanismo de propaganda, para difundir, divulgar, enseguida vemos las fotos… todo eso está muy bien, pero haría falta que eso no tapase el instinto de rebeldía de la sociedad que se siente atacada o pisoteada.

-Aún es pronto para hablar de las próximas elecciones, pero ¿Cree que Guillermo Fernández Vara 
es un buen candidato?

Creo que es un gran candidato. Es una persona preparada, muy digna, que tiene además mucha capacidad intelectual, muy trabajador. No es que lo diga por decirlo, es que lo he visto yo. Fue un buen presidente, independientemente de lo que pasó después y creo que volvería a serlo. Es un activo importante del PSOE extremeño, un gran candidato. Si volviera a gobernar Guillermo, como todos deseamos, las cosas cambiarían radicalmente. Por como analiza las cosas, por como las ve dentro de un contexto.

-¿Cómo valoraría usted el Gobierno de Monago?

Monago creo que se lo encontró. Me parece que va mucho a la anécdota, cree que gobernar es soltar un chiste o una rechifla, o salir en televisión como en la conferencia de presidentes, con la constitución en la mano. Si con eso su ego se llena… Pero no le conozco ninguna medida interesante. El paro no está descendiendo. Me parece excesivamente intrascendente en algunas cosas que dice, en algunos comentarios que hace, como se comporta,… creo que le falta mucho para ser un buen presidente de Gobierno.

-En Junio de este año dimite como Portavoz del Grupo Socialista en el Ayuntamiento de Cáceres. ¿Cómo es su sucesor? Háblenos un poco de él.

Es un sindicalista. El sindicato en Cáceres decidió que quería coger el partido y hacerse responsable, cosa que a mí me parece errónea como táctica política. Metemos todo en el mismo cajón y algo que se podía hacer desde dos lugares, se hace solamente desde uno y con una confusión de roles total y absoluta. Pero esto fue lo que decidieron e hicieron. Está de portavoz, en ese sentido me gusta ser coherente. Una vez que ganó las elecciones a nivel de partido, yo le cedí los trastos y nada más. Los hechos hablarán por si solos.

-Como profesora de la Universidad de Extremadura, ¿Ha notado que haya disminuido el número de alumnos en las clases por la reducción de becas?

Al contrario, han aumentado. Este año tengo muchas más clases y alumnos. Tengo tres clases, cada una de 90 personas.

22.- Para finalizar, Elena Nevado decía hace unos días en unas declaraciones que Tiene la mirada puesta en el 2013, año en el que está convencida de que se harán realidad los proyectos que dinamizarán la ciudad y generarán empleo. Apuesta por el párking de Primo de Rivera, no descarta avances en El Corte Inglés y busca el revulsivo para el comercio cacereño. ¿Será el año 2013 como dice Elena Nevado? ¿Qué cree?

No tengo una bola de cristal, no sé lo que va a pasar en 2013 pero yo leía la entrevista y me parece un cuento de hadas. Creo que ha lanzado, como dice mi madre, la lengua a trapacear, habla sin ton ni son. Creo que ella ha confundido su puesto como alcaldesa de su puesto como candidata, con un programa electoral donde tú manejas buenas intenciones, porque un programa es una redacción de buenas intenciones. Eso de que va a conseguir firmas de alto renombre... En primer lugar, el parking de Primo de Rivera es una cosa al margen del ayuntamiento, es una entidad privada la que va a hacerlo. Lo de El Corte Inglés ha sido una respuesta de manual y con todo lo demás, lo mismo.  En fin me daba la impresión de lo que he dicho antes: estaba hablando por hablar.


lunes, 8 de octubre de 2012

NUEVO POEMARIO DEL POETA SIMON HERNANDEZ

 
 
 
 
Ya está a la venta en nuevo libro del poeta andaluz Simón Hernández. El joven carbonero nos presenta su libro, No hay nadie en el espejo, como un manual para sobornar a la muerte enamorándola.
El fondo de la botella, el asesino del tiempo, su tienda de nostalgia, el marco del recuerdo y una salida de emergencia forman  parte de su obra. Adicto a vivir en un trapo utiliza la poesía para escapar de un mundo feo y viajar a su propia realidad, a un país lejano donde la tranquilidad no se compra con dinero.
“El amor y la sociedad para enfrentarse a la ironía de la crisis, no hay otra forma para que el tiempo no nos convierta en ceniza”.  Enamorado de la economía y el arte bebe de ellos en un mismo vaso como demuestra en sus versos:
Sé porque no estás conmigo;
yo nunca quise ser hombre,
ni sacarte a pasear vestida,
te di el espejo de mis sábanas,
los ojos de mi alma y otro camino,
el camino donde los hombres
vuelven por su muerte
y los poetas por sus versos.
Nunca entendí porque te fuiste,
pero te echo de menos, economía.
                                                                                   
Eterno insatisfecho odia los trajes grises y los corazones antiguos. No cree que la soledad sea tan mala, huye de los pobres de espíritu y no le importa mojarse.
Lleno de calle y huérfano de vergüenza,
con dos lunas bajo el parpado
y un asesino por conciencia,
vengo cubierto por la injusticia.
Pierdo en cada pezón
el corazón de una herida,
entro en unas piernas
dispuesto a pagar con mi alma.
Tres balas disparan al tiempo
en el fondo de una sonrisa,
discrepo con ésta realidad
que me pregunta con respuestas.
Dejo que me maten las estrellas,
me ahoga la voz de la avaricia,
yo también me caso con la rabia
cada vez que miro mi cartera.
Comiendo hambre y pobreza
hacen del asfalto su cama
la Virgen de mi riqueza
y el Dios de los devotos .
Vendo cada verso que escribo,
no alquilo este tramo de poesía,
me niego a vivir en la cordura
si de locura esta viuda la vida.
Un libro con corazón golfo y cara de chico bueno donde después de perderte solo tienes una salida; el confesionario de la nostalgia.
Deshacer mi tranquilidad
mientras bajo por tu pecho
es un acierto peligroso,
podemos acabar desnudos.
Y ya sabes lo que pasa,
aunque siempre pasa algo distinto.
Un día prometo darte una sorpresa,
te pondré otra cara,
susurraré otro nombre,
entonces tú te levantarás,
te enfadarás y gritarás “ vete de mi cama”,
yo diré mientras río;
-Ha sido el polvo más original de nuestras vidas-.
No hay nadie en el espejo, la nueva obra del joven poeta andaluz promete ser el inicio de otra nueva generación de grandes autores.
Sinopsis
Hay un rincón que nunca se enciende, una habitación de lágrimas usadas y mil fotos viejas.
Hay una vida obsoleta, un recuerdo con la piel desgatada  y una felicidad entristecida.
Hay un trozo de riqueza que llora, una tarde de verano y mil diez preguntas sin respuesta.
Hay un silencio muerto, una botella de excusas,  Carboneras, algo que me llama y me invita al dolor.
Hay un charco de motivos, mis padres, mi hermano, mis amigos, una infancia celeste y  la primera 
mirada.
Hay un amor, una baraja de nombres,  algún fallecido te quiero y un olvido que muere.
NO HAY NADIE EN EL ESPEJO.
El libro puedes comprarlo a través de la página de la editorial Circulo Rojo  http://editorialcirculorojo.com/publicaciones/c%C3%ADrculo-rojo-poes%C3%ADa/no-hay-nadie-en-el-espejo/ o si lo quieres dedicado por el autor envía un correo a     simonhernandezaguado@hotmail.com.